sábado, 2 de agosto de 2008

El poeta

Escribo tantos versos como me viene en gana,
salen sin querer y sin control,
como las machas solares,
los saludos de cortesía,
el hipo de las borracheras o
el sonido de las tripas a la una.
Nunca son las primeras flores de primavera,
ni el sublime canto de las aves en el alba,
ni mucho menos la luna llena en coqueteo con las bestias.

Bastaría con decir que el mejor indicio
de unas líneas rescatables
es un revoltijo urgente en las entrañas.

1/8/8 12:00 pm

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