sábado, 28 de junio de 2008

Junio

Una tarde de Junio en mi ciudad,
es como esconderse entre algodones plomos
con una tristeza latente y una lluvia seca que moja todo,
hasta las medias dentro de los zapatos.

Casi sin querer, así de repente como un tropiezo,
me he dado cuenta de que mis poemas son de Junio,
y son de Lima.

¿Es que acaso aprendí a escribir
en la media luz y la vida a medias
de los días de invierno?

Mi primer poema era una llamada de atención.
Tenía una rima rígida, construida casi sin esfuerzo
en medio de unos catorce años neblinosos.

Gané un concurso en el colegio.

14 de Mayo de 1999, un lapicero azul, un cuaderno ya amarillo.
Eran las 6 de la tarde.
Sí, media luz y vida a medias. Hacía frío también,
no era tiempo de aquellos veranos prolongados.

Cada vez que tengo frío escribo algo,
he ahí la fórmula de mi relatividad.

Tenía razón Javier,
cuando pasa el tiempo
éste es un trabajo de artesano.

No hay comentarios: